Cuanto más aprendo sobre nutrición y sobre fisiología más me acerco a la idea
del Higienismo Frugal.
Ahora está muy de moda la comida Raw o crudivegana pero más allá de modas
el Higienismo es una muestra clara de cómo los procesos de salud y enfermedad
están directamente relacionados con el tipo de alimentación que llevamos.
Hay mucho y muy interesante en esta filosofía de "vida" ya que la alimentación correcta es todo un "arte" pero uno de los puntos más interesantes para mí siempre es la explicación clara y sencilla de porque el hombre no está "diseñado" para comer carne más allá de principios éticos.
Estos son algunos de los razonamientos que el Higienismo nos ofrece de porque el hombre se acerca más fisiológicamente a otros animales frugívoros que a los carnívoros.
En Higienismo Frugal entendemos al ser humano como un animal frugívoro, es decir como un mono antropoide de características fisiológicas Frugívoras. Esta fundamental diferencia es de suma importancia, ya que una alimentación incorrecta es la principal causa de nuestros padecimientos (malas digestiones, constipación, sobrepeso, diarreas crónicas, reflujo estomacal, acides crónica, fatiga, depresión, desnutrición, jaquecas, caída del pelo, falta de energía, cáncer, etc.) por lo que entender nuestra real naturaleza animal y digestiva es la base para llevar adelante una salud radiante. Analicemos el listado comparativo respecto a nuestras características frugívoras.
La siguiente es una lista incompleta de las diferencias mayores entre las criaturas humanas y las carnívoras.
Caminado: Tenemos dos manos y dos pies y caminamos erectos. Todos los carnívoros tienen 4 pies y realizan su locomoción utilizando 4 patas.
Colas: Los carnívoros tienen colas.
Lenguas: Sólo los animales verdaderamente carnívoros tienen lenguas rasposas. Todas las otras criaturas tienen lenguas lisas.
Garras: Nuestra carencia de garras hace que rasgar la piel o la carne dura sea extremadamente difícil. Poseemos uñas mucho más débiles y planas en vez de garras.
Pulgares opuestos: Nuestros dedos opuestos nos hacen extremadamente bien equipados para recoger una comida de fruta en cuestión de unos pocos segundos. La mayoría de las personas considera que hacer esto no requiere esfuerzo. Todo lo que tenemos que hacer es recoger. Las garras de carnívoros les permiten atrapar su presa en cuestión de segundos también. No podríamos atrapar ni rasgar la piel y dura carne de un venado u oso a mano desnuda tanto como un león no podría recoger mangos o plátanos.
Nacimientos: Los humanos usualmente tienen hijos de uno a la vez. Los carnívoros tienen típicamente camadas.
Formación del colon: La forma retorcida de este órgano en el hombre es bastante diferente del diseño liso de los animales carnívoros.
Largo intestinal: Nuestros tractos intestinales miden aproximadamente 12 veces el largo de nuestros torsos (alrededor de 9 metros). Esto permite la lenta absorción de azúcares y otros nutrientes solubles en agua de la fruta. En contraste, el tracto digestivo de un carnívoro es sólo 3 veces la longitud de su torso. Esto es necesario para evitar la putrefacción o descomposición de la carne adentro del animal. El carnívoro depende de secreciones altamente ácidas para facilitar la rápida digestión y absorción en su muy corto tubo. Aún así, la putrefacción de proteínas y la rancidez de grasas son evidentes en sus heces.
Glándulas mamarias: Las múltiples tetillas en el abdomen de carnívoros no coinciden con el par de glándulas mamarias en el pecho de los humanos.
Sueño: Los seres humanos pasan aproximadamente dos terceras partes de cada ciclo de 24-horas despiertos y activos. Los carnívoros duermen y descansan típicamente de 18 a 20 horas al día y algunas veces más.
Tolerancia microbiana: La mayoría de los carnívoros pueden digerir microbios que serían mortales para los humanos, tal como aquellos que causan botulismo.
Transpiración: Los humanos sudan a través de poros en todo su cuerpo. Los carnívoros sudan por la lengua solamente.
Visión: Nuestro sentido de visión responde al espectro completo de color, haciendo posible distinguir la fruta madura de la inmadura a distancia. Los carnívoros típicamente no ven a todo color.
Tamaño de la porción: La fruta está a escala con nuestros requerimientos alimenticios. Cabe en nuestras manos. Unas pocas piezas de fruta son suficientes para hacer una comida, sin dejar desperdicios. Los carnívoros comen típicamente al animal entero cuando lo matan.
Beber: Si necesitamos tomar agua, podemos succionarla con nuestros labios, pero no podemos beberla a lengüetadas. Las lenguas de los carnívoros sobresalen para que puedan lamer agua cuando necesiten beber.
Placenta: Nosotros tenemos una placenta de estilo discoide, mientras que los carnívoros tienen placentas zonales.
Vitamina C: Los carnívoros manufacturan su propia vitamina C. Para nosotros, la vitamina C es un nutriente esencial que debemos obtener de nuestros alimentos.
Movimiento de la quijada: Nuestra habilidad para moler nuestra comida es única de los consumidores de plantas. Los carnívoros no tienen movimientos laterales en sus mandíbulas.
Fórmula dental: La mamalogía (estudio de los mamíferos) utiliza un sistema llamado la “fórmula dental” para describir el arreglo de dientes en cada cuadrante de las mandíbulas de la boca de un animal. Esto se refiere al número de incisivos, caninos y molares en cada uno de los cuatro cuadrantes. Empezando desde el centro y moviéndose hacia afuera, nuestra fórmula, y la de la mayoría de antropoides, es 2/1/5. La fórmula dental para los carnívoros es 3/1/5-a-8.
Dentadura: Los molares de un carnívoro son puntiagudos y filosos. Los nuestros son primordialmente planos, para moler comida. Nuestros dientes “caninos” no tienen similitud con los verdaderos colmillos. Ni tampoco tenemos una boca llena de ellos, como la tienen los verdaderos carnívoros. Esto me recuerda a una de las favoritas respuestas sagaces de Abraham Lincoln: “Si contaras la cola de una oveja como una pierna, ¿cuántas piernas tendría?” Invariablemente, las personas responderían, “cinco.” A lo cual Lincoln respondería: “Sólo cuatro. Contar la cola como una pierna no la convierte en una.”
Tolerancia a la grasa: No manejamos adecuadamente más que pequeñas cantidades de grasa. Los consumidores de carne prosperan en una dieta alta en grasa.
PH de la saliva y orina: Todas las criaturas consumidoras de plantas (incluyendo a humanos sanos) mantienen su saliva y orina en un pH alcalino la mayor parte del tiempo. La saliva y orina de los animales consumidores de carne, son fluidos de pH ácido.
PH de la dieta: Los carnívoros prosperan en una dieta de alimentos que producen residuos ácidos, mientras que tal dieta es mortal para los humanos, propiciando el escenario para una amplia variedad de estados de enfermedad. Nuestros alimentos preferidos producen residuos alcalinos.
PH del ácido estomacal: El nivel de pH del ácido clorhídrico que los humanos producen en sus estómagos generalmente va de un rango de entre 3 a 4 o superior pero puede ser tan bajo como de 2.0. (0 = más ácido, 7 = neutral, 14 = más alcalino). El ácido estomacal de los gatos y de otros consumidores de carne puede estar en un rango de 1+ y usualmente está alrededor o un poco arriba de 2. Debido que la escala de pH es logarítmica, esto significa que el ácido estomacal de un carnívoro es al menos 10 veces más fuerte que aquel de un humano y puede ser 100 o hasta 1.000 veces más fuerte.
Uricasa: Los verdaderos carnívoros secretan una enzima llamada uricasa para metabolizar el ácido úrico en la carne. Nosotros no la secretamos y por tanto tenemos que neutralizar este ácido fuerte con nuestros minerales alcalinos, primordialmente calcio. Los cristales resultantes de urato de calcio son uno de los muchos patógenos del consumo de carne, en este caso elevando o contribuyendo a padecer de gota, artritis, reumatismo y bursitis.
Enzimas digestivas: Nuestras enzimas digestivas están diseñadas para una fácil digestión de fruta. Producimos tialina—también conocida como la amilasa de la saliva—para iniciar la digestión de fruta. Los animales carnívoros no producen tialina y tienen proporciones de enzimas digestivas completamente diferentes.
Los carnívoros no manejan bien los azúcares. Son susceptibles a diabetes si consumen una dieta donde la fruta predomina.
Flora intestinal: Los humanos tienen colonias bacterianas diferentes (flora) viviendo en sus intestinos que aquellos encontrados en los animales carnívoros. Aquellos que son similares, tal como los lactobacilos y e. coli se encuentran en proporciones diferentes en los intestinos de los consumidores de plantas comparados con aquellos que son carnívoros.
Tamaño de hígado: Los carnívoros tienen hígados proporcionalmente más grandes que los humanos en comparación al tamaño de sus cuerpos.
Limpieza: Somos la más particular de entre todas las criaturas cuando hablamos de la limpieza de nuestros alimentos. Los carnívoros son los menos quisquillosos, y consumirán tierra, bichos, materia orgánica y otras cosas junto con sus alimentos.
Limpieza: Somos la más particular de entre todas las criaturas cuando hablamos de la limpieza de nuestros alimentos. Los carnívoros son los menos quisquillosos, y consumirán tierra, bichos, materia orgánica y otras cosas junto con sus alimentos.
Acércate más a la Naturaleza y empieza a vivir una vida más ética y libre de enfermedades.
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